Tras 2 años de espera, Apple recibió la patente de una tecnología que ayuda a que los mensajes de texto sean más seguros para los niños. En concreto, ésta impide el envío o la recepción de mensajes obscenos (inglés).
No se trata de que en el futuro los dueños de un iPhone, un iPad o un iPod touch no tengan la libertad de comunicarse como quieran y con el lenguaje que deseen, sino que podrán configurar sus dispositivos para que el lenguaje se ajuste a la edad, el grado o las características personales propias o de otros usuarios de los equipos (por ejemplo, los niños de la casa).